domingo, 9 de marzo de 2014

Dios ayúdame a sonreír.

De repente todo cambia.
Ahora no cuenta todo lo que hayas sido o hecho anteriormente, sino un acto que desconoces.
¿Por qué valoramos más los errores que el camino labrado?
Ya no puedo más.
Todo a mi paso son recuerdos.
Todo a mi paso son lágrimas.
Y a cada paso me  autodestruyo un poco más.
Debería aprender a asimilar todo esto, pero hay cosas para las que jamás se está preparado para asimilar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario